Un bosque, en cualquier sitio del mundo, es el resultado deprocesos y ciclos naturales funcionando en equilibrio, donde coexisten innumerables especies. Los bosques tropicales, como los nuestros, pueden resistir cambios menores ocasionados por causas naturaleso antrópicas, sin que la esencia de ese bosque se altere. Sin embargo, la tendencia mundial, en especial en el trópico, es la degradación o eliminación de zonas boscosas reclamadas por la necesidad urgente de espacio para habitar y/o cultivar, o explotar recursos para actividades económicas de escala, principalmente relacionadas con la minería, la producción de energía y la manufactura de bienes.
Nuestra forma de vida actual demanda de estas actividades, pero la mayoría de ellas demanda deforestar bosques a un ritmo creciente, porque no hemos podido poner en valor los recursos de la biodiversidad de nuestros bosques, nuestras prácticas de producción agropecuaria son insostenibles y de baja productividad, y en otros casos, el crecimiento de la población hace casi imposible que no tengamos que perder bosques para construir nuestras viviendas.
Si bien la mejor manera para eliminar la deforestación sería dejar de talar árboles, no es una solución siempre posible porque todos requerimos de recursos para nuestras necesidades y viviendas. Lamentablemente, en muchos casos, la deforestación se dio de forma ilegal por falta de recursos para educar a la población sobre aquellos sitios que por ley y por lógica nunca debieron ser deforestados, como por ejemplo, nacientes de ríos, riberas de ríos, áreas protegidas, o por falta de normas de construcción más sostenibles, o falta de recursos para capacitar a nuestros productores en producción más sostenible y de mayor rentabilidad. Aunque conservar debe ser siempre nuestra primera opción, la realidad es que por las razones antes expuestas, nos queda como compromiso recuperar las tierras que hemos degradado porque todos hemos sido parte de los procesos de deforestación en nuestro país. Cuántos de nosotros no hemos comprado casas que estaban en áreas boscosas?, cuántos no hemos talado bosques para establecer nuestras fincas?, cuántos no hemos comprado y seguimos comprando todos los días madera para construcción o muebles sin saber la procedencia que adquirimos?. Entonces es necesario que nos unamos a los esfuerzos de reforestación, esperando que también podamos proteger lo que nos queda de bosques al tiempo que identificamos y ponemos en práctica nuevas formas de valorar nuestros bosques, biodiversidad que nos han permitido disfrutar hasta ahora, de aire limpio, agua y bienestar.
