¿Sabías que si compras productos locales reduces de forma considerable la emisión a la atmósfera de CO2 ya que se reduce el transporte necesario para la distribución de los productos?
Cada vez que compras y consumes productos y alimentos locales frescos reduces tu huella de carbono ya que existirá una disminución en la emisión de partículas contaminantes debidas al transporte de larga distancia, ahorrando también costes en almacenamiento y envasado.
Resulta que consumir local también es mejor para nuestra salud ya que al evitar que tengan que recorrer largas distancias se preserva el sabor y los nutrientes de los productos. Adicionalmente, al consumir local estarás fomentando la economía local, mejorando así la economía del país.
¿Sabías que cada vez que compras productos frescos evitas una gran cantidad de envases, y por tanto reduces nuestra generación de residuos?
Los costes energéticos producto de la fabricación y disposición de los envases para la comida son aproximadamente dos tercios del valor de la comida en sí misma, sin contar la energía requerida al adquirir productos precocinados que requieren refrigeración hasta su preparación final.
Al adoptar algunos hábitos para una dieta más respetuosa con el ambiente y modificar algunos hábitos personales, entre todos: productores, consumidores y comunidad, podremos reducir además de la huella de carbono, la huella ecológica en su totalidad que involucra el impacto de nuestras acciones o de cualquier forma de vida, sobre la capacidad que tiene el Planeta de renovar los recursos naturales al servicio de la humanidad. Es por esto que incentivamos el consumo de productos locales, no procesados, no empacados y cultivados de manera amigable con el ambiente, y esa decisión la tenemos cada uno de nosotros como usuarios finales.
De esta forma, comer diverso y local, valorando la calidad del producto que llega a la mesa y disfrutando con conciencia, es lo que se promueve desde el movimiento denominado Slow Food: más riqueza, diversidad y sabor, y menos huella.
Los productos cultivados y elaborados cerca de donde vivimos ofrecen al consumidor la oportunidad de conocer cuáles son los productos autóctonos, los rasgos locales culturales distintivos, y en general tener un conocimiento más directo de los procesos de producción, sabiendo que en el mismo acto de la compra también se ayuda a la preservación de nuestro planeta.
Una dieta de baja huella ecológica es aquella basada en productos frescos, poco envasados, no procesados y elaborados de manera amigable con el Planeta.
Patricia Miranda un éxito de restaurante comprometido con el consumo local
La chef Patricia Miranda en su Restaurante Cerro brujo con su propuesta de comida panameña elaborada con ingredientes locales, producidos por mujeres de la comunidad Ngabe-Bugle, fue reconocida recientemente por Plant Forward Global 50 que incluyó a Cerro Brujo Gourmet Restaurant de la chef panameña en su lista de los 50 mejores restaurantes del mundo para comer vegetales. Las hierbas y los productos autóctonos que destacan en sus menús, provienen de su propio jardín orgánico.
Su toque contemporáneo y fresco de los sabores panameños ha consolidado su reputación como una de las mejores chefs del país. Cerro Brujo Gourmet Restaurant es el primer restaurante del país en ser reconocido en esta lista que busca elevar el interés y el amor por la proteína vegetal, sirviendo de inspiración a otros chefs y a toda la sociedad para recordar que cuanto más cerca esté el productor del alimento de nuestra mesa, menos huella y más sabor. ¡Felicitaciones a Patricia por promover la producción sostenible!
